Momentos felices
Un día de luna llena Emma sale a la ventana de su habitación, en búsqueda de la luz que en el astro se refleja, sorprendida se encuentra al ver que no hay luna, pregunta a las estrellas si la han visto o si saben los motivos de su ausencia. En coro responden que desde hace un par de estaciones está llorando tristemente desconsolada, mientras se oculta en la cueva de una montaña pero desconocen los motivos. Emma con las gafas de la imaginación empieza a pensar porque podría estar la luna oculta en la cueva, le pide a su amigo el chef dragón para que le ayude a llegar dónde se encuentra la cueva.
Al llegar a la cueva se encuentran la luna seca de tanto llorar, juntos le ayudan a calmarse un poco para que pueda contar lo que tanto le aqueja.
- Emma hay un viejo gruñón que me desprecia, dice que la mayor parte del tiempo no estoy llena, me grita constantemente y de tanto repetirlo me siento incompleta - Dice la luna entre sollozos
Emma rápidamente llama al duende de puzle para que venga con el Hada de la alegría pues necesita que entre todos alegren la luna. Y casi al instante llegan a la cueva, no sin antes pasar por la sala de los inventos y traer un espejo gigante.
- Mira tu reflejo luna preciosa, detalla tus curvas que desde hace mucho siguen allí – le dice el duende de puzle
- En lagos, mares y océanos veo mi reflejo completo, cuando es luna llena- responde la luna
- Tranquila amiga querida, incluso en las noches oscuras, menguantes o crecientes, tu estás completa – responde el hada de la alegría
- Eres preciosa pero no todas las noches el sol ilumina tu rostro – comenta Emma
- Así es, además si todo el tiempo fuera luna llena no sería tan especial. Por ejemplo, no siempre estamos felices, algunas veces tenemos tristezas, pero cuando estamos felices y somos conscientes de nuestra dicha que no es eterna estaremos plenos por el sentimiento tan especial – Agrego el chef dragón.
- No lo había considerado de esa manera – respondió la luna.
- Descuida - dijo Emma – no siempre nos damos cuenta por nosotros mismos de nuestras grandes cualidad y oportunidades de mejora, por lo que, necesitamos amigos que nos acompañen, ayuden a ser mejores y sentirnos felices en noches oscuras, tu cuentas con nuestro apoyo, aunque existan esos gruñones que solo se quejan.
- De verdad muchas gracias – respondió la luna sonriendo y abrazando a todos sus amigos – de ahora en adelante se que siempre estaré completa aunque no sea luna llena, aunque existan gruñones o momentos no tan felices
- Descuida - dijo Emma – no siempre nos damos cuenta por nosotros mismos de nuestras grandes cualidad y oportunidades de mejora, por lo que, necesitamos amigos que nos acompañen, ayuden a ser mejores y sentirnos felices en noches oscuras, tu cuentas con nuestro apoyo, aunque existan esos gruñones que solo se quejan
- De verdad muchas gracias – respondió la luna sonriendo y abrazando a todos sus amigos – de ahora en adelante se que siempre estaré completa aunque no sea luna llena, aunque existan gruñones o momentos no tan felices
De esta manera la luna volvió al cielo a
iluminar todo lo que el reflejo le permitió, incluyendo su preciosa sonrisa, y nadie
volvió a olvidar lo especial que son los momentos felices.
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